Spot Shalimar Guerlain

THE SPOT

LA LEYENDA

Érase una vez en la India, una historia de amor entre un emperador mogol y su amada esposa.
Este poderoso emperador cultivaba, en el secreto de su corazón, una pasión indescriptible por su divina esposa.
Con el fin de proteger el amor que se tenían, ella – Mumtaz – residía en un palacio alejado del bullicio y el caos del mundo, rodeado de hermosos jardines, llamado Shalimar.

Para reencontrarse allí, él – Shah Jahan – debería cruzar las áridas estepas bordeadas de montañas azules.
Mientras cabalgaba a veces entrecerraba los ojos, y se la imaginaba en el lugar, preparada como una odalisca.
La veía sobre las alfombras de seda preciosa, cojines de brocado, con sus doncellas abriendo en su baño los brazos llenos de flores.
Pensaba en su pelo de oro, y como dentro de poco podría acariciar suavemente su piel y disfrutar de su perfume.
Las imágenes surgían solas.
Visualizaba su pecho, el cuello, el delicado lóbulo de su oreja, y como con sus labios la besaría todos los días, hasta el hombro.
Y trataba de ir más y más rápido para encontrarla.
Cuando sintió el estridente gorjeo de los pavos reales, supo que había llegado a la meta de su viaje, los Jardines de Shalimar.
Fue entonces cuando la vio, una diosa entre las diosas, en medio de las llamas.
Oyó el tintineo de sus pulseras.
Su sari bordada en oro crujió en su fina y suave silueta.
Finalmente, vio su rostro, tan bello que la emoción lo hizo bajar los párpados.
Ella se puso de pie delante de él, sin decir nada.
Y se tomó su tiempo en los detalles, disfrutó del largo collar de perlas del centro de su pecho, el que sabía voluptuoso.
Este amor que vivían como una fiesta perpetua se merecía un lugar en el que no existiera el tiempo.
Shah Jahan deseaba capturar para siempre el encanto de aquel instante.
Entonces la llevó hasta la orilla del lago.
Y fue cuando las garzas volaron y el agua se quedó inmóvil, que la subió en aquel pequeño barco de piso plano.
El mundo entero parecía contener el aliento, cuando de pronto, ante sus ojos, el agua se separó y cuatro picos perforaron la superficie.
Subieron lentamente hacia el cielo dejando aparecer cuatro cúpulas de mármol blanco, encaramadas a las relucientes aguas cristalinas que rodeaban una cúpula gigantesca de mármol inmaculado.
Fachadas perforadas, como si fueran bordados en galerías de piedra, con puertas y arcadas elegantes, balaustradas con incrustaciones de piedras semipreciosas.
Otro palacio entero surgido de las aguas!!!
Un regalo especial.
Era el Taj Mahal, que se burlaría del paso del tiempo y llegaría a convertirse en una maravilla admirada por todo el mundo.

LA HISTORIA

Durante el siglo XVII los trovadores inmortalizaron, sobre sus sitares, los amores de Shah Jahan y Mumtaz Mahal.
Una historia verdadera, exaltada y magnificada hasta transformarla en leyenda.
El príncipe mogol Shah Jahan, con tan solo 20 años conoció a una chica joven, de nombre Arjumand Banu en el bazar donde su familia trabajaba. Hipnotizado por su belleza, después de convertirse en emperador, la hizo su esposa: Mumtaz Mahal, que significa la Joya del Palacio.
Después de la boda, el príncipe y Mumtaz eran inseparables, en la guerra y en la paz. Ella le había dado 13 hijos a Shah Jahan y murió durante el nacimiento de su hijo 14 a los 39 años.
Su muerte devastó a Shah Jahan y construyó el Taj Mahal en memoria de su esposa y su amor eterno. Los jardines de Shalimar, los favoritos de Mumtaz, en la provincia de Panyab (Pakistán) fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981.

EL PERFUME

Shalimar de Guerlain es uno de los perfumes más vendidos del mundo.
Se trata de una creación de Jacques Guerlain del año 1925 y está considerado el primer perfume oriental de la historia. Hizo su debut en la Exposition Internationale d’Arts Decoratifs, aunque la fragancia ya había estado lista unos pocos años antes. Su botella, de inspiración orientalista, fue diseñada por Raymond Guerlain, en contra las tendencias puristas, cubistas y Art Deco de ese entonces. Supuso en su día una auténtica revolución en el mundo del perfume. El tapón azul zafiro con forma de abanico, fue un auténtico logro técnico para la época.
No sucede con frecuencia que un perfume sobrepase su status de clásico para tornarse legendario.
Shalimar lleva la marca de los 1920’s, en la que su uso fue considerado un tanto impropio. A pesar de esto, se ha hecho popular durante cuatro generaciones de mujeres y aún hoy se erige como la quintaesencia del perfume oriental.
Su nombre significa “morada del amor” en Sánscrito y proviene de los Jardines de Shalimar, en Lahore, donde el emperador Shaha Jahan solía pasear con su amada esposa, Mumtaz Mahal.

LA PRODUCCIÓN

Una cuidada producción y una espectacular puesta en escena, ambientadas en paisajes exóticos aderezados con sensualidad a raudales, dan forma a la nueva campaña del perfume Shalimar de Guerlain. Uno de los más aclamados directores de cortos comerciales es el francés Bruno Aveillan, quien fue contratado por la marca cosmética francesa por excelencia para rememorar el 88 aniversario de su perfume estrella.
Como protagonista, la modelo Natalia Vodianova, quien es musa de la marca desde el año 2009.

Filmar la leyenda de Shalimar reunió un equipo de más de un centenar de personas cruzando la India: Jaipur por sus fortalezas de Jaigarth y Mawta Lake, Udaïpar por Badi Lake, sus montañas y una reserva de polvo de mármol blanca de dar la ilusión de nieve, el Himalaya para sus fuentes puras donde se recogieron y llevaron a lomos de elefante 6.000 litros de agua … y por supuesto, el Taj Mahal en Agra.
La cámara Phantom utilizada por Bruno Aveillan permitió capturar planos de una precisión y belleza espectaculares, como por ejemplo el caballo al galope. El director vuelve a los 35 mm, abandonado por los largometrajes, por la belleza de la imagen, su transparencia y su grano muy particular. Este tipo de filmación está al servicio de la sensibilidad, donde el trabajo de Bruno Aveillan hace posible crear las imágenes.

Agencia: Raconteur, USA
Presidente: Laurent Boillot
Director artístico: Benjamin De Lapparent
Productora: Quad
Director: Bruno Aveillan
Productor ejecutivo: Martin Coulais
Line Producer: Claudia Traeger
DOP: Patrick Duroux
1st AD: Bettina Godi
Servicio de producción: Adfilm-Valas
Productor: Kunal Kapor
Postproducción: Digital District
Postproductor: Nataly Aveillan

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